Resumen. Ecuador enfrenta un complicado cierre de 2024, con un crecimiento proyectado de apenas 0,9%. Los principales desafíos incluyen cortes de energía que afectan la producción, sequías que elevan los precios de alimentos, desaceleración del consumo y crédito, aumento del gasto público y la necesidad de cumplir con las metas del FMI, que condicionan un desembolso de $500 millones.
El último trimestre de 2024 se anticipa complicado para la economía de Ecuador, con proyecciones de crecimiento reducidas. El Banco Central ajustó su estimación del PIB a 0,9%, mientras que el FMI prevé apenas un 0,1%. A pesar de medidas gubernamentales, como la eliminación de subsidios y el aumento de impuestos, no se ha logrado incrementar la inversión pública ni reducir los atrasos con proveedores y gobiernos locales. La economía sigue estancada, y las proyecciones actuales no consideran el impacto de los cortes de luz programados que afectan al país en esta última parte del año.
Los cinco desafíos clave incluyen:
Déficit de energía y cortes de luz, que impactarán negativamente en las ventas y producción de negocios, especialmente pequeños.
Sequía y cambios climáticos, que afectan la agricultura y la industria alimentaria, provocando alzas de precios y potencial inflación.
Desaceleración del consumo y del crédito, exacerbada por la inseguridad y la incertidumbre electoral, que limita la disposición a endeudarse.
Aumento del gasto público, debido a obligaciones como el décimo tercer sueldo y mayores inversiones, en un contexto de crisis eléctrica.
Cumplimiento de metas del FMI, que condicionan el segundo desembolso de US$ 500 millones y requieren reformas tributarias que el Gobierno deberá abordar.