Blog Post

OnData > news > Trends & Overview > Negocios & Innovación > Blue Origin: El vuelo espacial de la discordia
OnData-Blue-Origin

Blue Origin: El vuelo espacial de la discordia

Getting your Trinity Audio player ready...

Por Redacción OnData

Tiempo de lectura: 5 minutos.

Resumen. El 14 de abril de 2025, la empresa aeroespacial Blue Origin realizó una misión espacial que hizo historia y también encendió la polémica. Por primera vez, una tripulación compuesta exclusivamente por mujeres —todas ellas figuras exitosas de distintos ámbitos— despegó en un vuelo suborbital que duró apenas 11 minutos. Entre las pasajeras, la más destacada por su fama fue la cantante Katy Perry. Lo que parecía una celebración del empoderamiento femenino, terminó siendo criticado por muchos como una ostentosa campaña de marketing disfrazada de conquista espacial.

¿Qué es Blue Origin?

Blue Origin es una empresa estadounidense de exploración espacial fundada en el año 2000 por Jeff Bezos, el multimillonario fundador de Amazon. La compañía busca democratizar el acceso al espacio y ofrecer vuelos turísticos suborbitales y, eventualmente, orbitales. Su eslogan, “Gradatim Ferociter” (paso a paso, ferozmente), refleja una visión de progreso técnico sostenido hacia un futuro donde millones de personas puedan vivir y trabajar en el espacio.

OnData-Jeff-Bezos-Blue-Origin
Jeff Bezos junto con el cohete Blue Origin. Fuente: The Indepedent.

Bezos no sólo es el fundador, sino el principal inversor y dueño mayoritario de Blue Origin, aunque ya no participa del día a día en la gestión. Sin embargo, su figura sigue siendo omnipresente en cada lanzamiento, tanto por su capital como por su visión futurista de la humanidad como especie interplanetaria.

Una historia de vuelos para millonarios (y famosos)

Hasta la fecha del vuelo femenino, Blue Origin ha realizado 24 vuelos suborbitales exitosos con su nave New Shepard. De estos, 12 han sido tripulados. Entre sus pasajeros se encuentran celebridades como William Shatner (el Capitán Kirk de Star Trek), el presentador Michael Strahan, y el hijo del astronauta Alan Shepard.

OnData-Invitados-Blue-Origin
Segundo vuelo espacial tripulado a bordo del cohete New Shepard, en el que viajaban los astronautas Chris Boshuizen, Glen de Vries, Audrey Powers y el actor William Shatner. Fuente: Aeroespacial.

Los vuelos han sido catalogados como “turismo espacial”, una experiencia de lujo con precios que oscilan entre los $200.000 y $500.000 dólares por persona. No se trata de misiones científicas ni exploratorias, sino de viajes cortos que permiten experimentar la ingravidez y ver la curvatura de la Tierra durante unos minutos.

El vuelo de abril: mujeres al espacio, marketing en la Tierra

El viaje del 14 de abril fue promocionado como un hito histórico por tratarse de la primera misión tripulada exclusivamente por mujeres en Blue Origin. La tripulación incluyó a seis figuras femeninas destacadas del mundo empresarial, artístico y científico:

  • Katy Perry, cantante y compositora parte de la industria del entretenimiento.

  • Gayle King, periodista y presentadora de televisión parte de la industria de medios de comunicación.

  • Lauren Sánchez, periodista y piloto certificada además de ser la prometida de Jeff Bezos.

  • Aisha Bowe, ingeniera aeroespacial y emprendedora parte de la industria de la tecnología y educación STEM.

  • Amanda Nguyen, activista por los derechos civiles y científica parte de la ciencia y derechos humanos.

  • Kerianne Flynn, productora de cine independiente parte de la industria del cine y la filantropía.

OnData-Blue-Origin-mujeres

Según el comunicado oficial de Blue Origin, la intención del vuelo era “celebrar la contribución de las mujeres a la ciencia, el arte y la cultura”. Pero los 11 minutos en el espacio, lanzados desde una base privada en Van Horn, Texas, generaron múltiples reacciones por el trasfondo económico, ambiental y comunicacional del evento.

¿Inclusión o Marketing?

Aunque la misión de Blue Origin en abril de 2025, con una tripulación exclusivamente femenina, ha sido celebrada como un avance para la equidad de género, algunos críticos argumentan que este tipo de iniciativas están más centradas en la visibilidad mediática que en una verdadera representación femenina en la ciencia y la tecnología. En lugar de ser una misión científica o de investigación, ¿estamos ante una simple puesta en escena que, aunque admirable en su simbolismo, carece de un impacto real en la lucha por la igualdad de género en el espacio?

El vuelo de Blue Origin no es el primer caso de participación femenina en misiones espaciales, pero es uno de los más publicitados. Recordemos a Valentina Tereshkova, la primera mujer en viajar al espacio, en 1963, quien era ingeniera aeronáutica antes de ser seleccionada para la misión Vostok 6, o Sally Ride, la primera mujer estadounidense en el espacio en 1983, quien también era física y se convirtió en un modelo a seguir para muchas científicas. Ambas no solo representaron un avance en términos de género, sino que también eran altamente calificadas, científicas y académicas con estudios en STEM, lo que refleja el verdadero impacto de las mujeres en el desarrollo de la ciencia espacial.

A la izquierda Valentina Tereshkova y derecha Sally Ride.

En contraste, la misión de Blue Origin no se basa en una misión científica o de exploración en el sentido tradicional, sino en el turismo espacial suborbital, y las tripulantes, aunque impresionantes en sus respectivos campos, no poseen el mismo tipo de formación científica o experiencia en la NASA o agencias similares. Esto lleva a la pregunta de si estamos presenciando un avance genuino para la inclusión o simplemente una estrategia de marketing que utiliza la visibilidad de mujeres exitosas para atraer atención y cobertura mediática.

¿Cuánto costó el espectáculo?

Aunque Blue Origin no reveló el costo exacto de esta misión, de acuerdo con estimaciones del portal Business Insider, el primer asiento subastado por la compañía en 2021 tuvo un valor de $28 millones de dólares.

Desde entonces, los precios que ofrece la compañía se han mantenido en absoluta reserva, pero se especula que el precio mínimo por persona podría estar en unos $250.000 dólares, una cifra que podría variar según el nivel de exclusividad del vuelo, visibilidad mediática y servicios que tenga.

A esto se suman las implicaciones medioambientales. Según Libération, el vuelo generó al menos 15 toneladas de CO₂ por pasajera, equivalente a las emisiones individuales de ocho años. El científico Lucas Chanel advierte que considerando infraestructura y preparativos, la cifra podría elevarse a 358 toneladas de CO₂ por pasajera.

¿Publicidad en el espacio?

  • Blue Origin se posicionó nuevamente en el centro de la conversación global, reforzando su imagen de empresa innovadora y comprometida con la diversidad.

  • Katy Perry, por su parte, recibió una enorme visibilidad, justo cuando se especula sobre un nuevo álbum. Compartiendo videos desde el espacio, incluso interpretó «What a Wonderful World».

  • Las otras tripulantes también ganaron notoriedad en medios y redes.

Sin embargo, la misión generó una ola de críticas:

  • Sean Duffy, Secretario de Transporte de EE. UU., criticó que se las llamara «astronautas» sin cumplir funciones esenciales.

  • Emily Ratajkowski, modelo y activista, calificó el vuelo como “excesivo y fuera de lugar” en un video viral de TikTok.

  • En Londres, un grupo de activistas han desplegado pancartas en espacios públicos como Amazon Store, criticando el turismo espacial elitista y la reciente misión de Blue Origin. Estas acciones buscan generar conciencia sobre el uso de recursos en vuelos espaciales privados y cuestionar su impacto social y ambiental, con un mensaje para Jeff Bezos que reza: “Si pudiste enviar a Katy Perry al espacio, puedes pagar más impuestos.”

Conclusión: el cielo como valla publicitaria

Más allá del discurso de empoderamiento, el vuelo del 14 de abril pareció más una producción publicitaria con fines comerciales que un avance en la inclusión o la exploración científica. El espacio se convierte, una vez más, en un escenario para la autopromoción de empresas y celebridades, mientras millones en la Tierra enfrentan problemas urgentes.

¿De verdad estamos ante un paso histórico o sólo ante un nuevo truco mediático?
Porque al final, como dicen algunos expertos en comunicación: ¿realmente existe la mala publicidad?