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Por Redacción OnData
Resumen. La banca privada entregó solo $13,32 millones en créditos educativos en 2024, una caída del 77 % frente a 2017. Analistas señalan el alto riesgo y la falta de políticas públicas como causas. Aunque la morosidad es baja (3,71 %), los jóvenes tienen el peor score crediticio, lo que limita el acceso al financiamiento para estudios superiores.
Desde 2017, la entrega de créditos educativos por parte de la banca privada en Ecuador ha experimentado una disminución significativa. Según datos de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), el volumen de estos préstamos pasó de $57,93 millones en 2017 a $15,17 millones en 2023, lo que representa una caída del 73.8%.
Esta tendencia se atribuye a varios factores. Uno de los principales es el alto riesgo percibido por las instituciones financieras al otorgar créditos educativos, especialmente debido a la falta de garantías y la incertidumbre sobre la capacidad de pago de los estudiantes una vez que concluyen sus estudios. Además, la pandemia de COVID-19 exacerbó esta situación, afectando la estabilidad económica de muchas familias y, por ende, su capacidad para asumir deudas.

La reducción en el financiamiento educativo tiene implicaciones significativas para el acceso a la educación superior en el país. Con menos opciones de financiamiento, muchos jóvenes enfrentan barreras económicas para continuar sus estudios, lo que podría afectar el desarrollo del capital humano y, a largo plazo, el crecimiento económico del Ecuador.
Ante este panorama, expertos sugieren la necesidad de políticas públicas que fomenten el acceso a créditos educativos, ya sea mediante garantías estatales, subsidios o la creación de fondos específicos que reduzcan el riesgo para las entidades financieras y faciliten el acceso a la educación superior para estudiantes de bajos recursos.
📌Fuente: Ekos.