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Por Redacción OnData
Resumen. Ecuador se ha consolidado como el principal centro de procesamiento de atún en América Latina, procesando cerca de 600.000 toneladas anuales, el doble de lo que pesca. Las plantas se concentran en Manta y Posorja, aprovechando su ubicación estratégica y estándares sostenibles. El 80 % de la producción se exporta, principalmente a la Unión Europea, Latinoamérica y EE. UU.
Con una capacidad industrial que duplica su producción pesquera, Ecuador procesa cerca de 600.000 toneladas de atún al año, aunque solo pesca 300.000. Este diferencial lo convierte en un hub regional al que acuden embarcaciones de los océanos Pacífico, Índico y Atlántico. Su ubicación estratégica, la diversificación de la oferta y la cercanía con zonas de pesca lo posicionan como el mayor procesador y exportador de atún de la región.
Las principales plantas de procesamiento se concentran en Manta y Posorja, donde operan 107 barcos atuneros. De ellos, 65 están certificados bajo los estándares del Marine Stewardship Council (MSC), incluyendo los 58 miembros de la fundación Tunacons. Esta certificación, obtenida tras ocho años de trabajo, avala la sostenibilidad del 100% de las capturas nacionales de las especies aleta amarilla, barrilete y patudo.
🐟 Cada año, el Día Mundial del Atún, nos recuerda el valor de este recurso que alimenta al mundo, genera más de 200.000 empleos en Ecuador y fortalece la economía nacional. Desde NIRSA, reafirmamos nuestro compromiso con una industria sostenible, trazable y ética. pic.twitter.com/48Gixqr59p
— NIRSA (@NirsaOficial) May 6, 2025
Ecuador es líder en exportaciones de atún con valor agregado, como productos enlatados, frascos y ahumados. En 2024, el sector generó $ 1.600 millones en exportaciones no petroleras. Más del 50% del atún ecuatoriano va a la Unión Europea, donde la sostenibilidad es clave. El sello azul del MSC permite acceder a mercados exigentes como Alemania, Suecia, Francia y Países Bajos.
El sector enfrenta desafíos como los aranceles de hasta 37% en EE.UU. y la “tarjeta amarilla” de la UE, que exige fortalecer el control contra la pesca ilegal. Mientras tanto, auditorías anuales y normativas reforzadas mantienen vigente la certificación, clave para sostener el liderazgo internacional.
📌Fuente: Ekos.