Innovar no garantiza estabilidad económica

La semana pasada publicábamos una noticia sobre los problemas financieros que enfrenta OpenAI, empresa clave en el desarrollo de inteligencia artificial (IA) y creadora de ChatGPT. Las razones las pueden leer haciendo clic aquí.

En cada espacio donde he topado el tema, las caras siempre son de sorpresa porque es difícil imaginar que la empresa de la que todos hemos estado hablando durante los últimos 2 años y que ha revolucionado al mundo por completo, enfrenta una posible quiebra. Personalmente, no creo que eso llegue a pasar. Sin embargo, sí me parece oportuno aprovechar el tema para argumentar sobre algo que parece que no siempre está claro: La innovación, por sí sola, no paga las facturas.

En la narrativa empresarial moderna, la innovación se ha convertido en sinónimo de éxito y progreso. Innovar implica crear algo nuevo o mejorar lo existente, pero es importante recordar que una idea solo es verdaderamente innovadora si funciona en la práctica. Muchas veces, las empresas persiguen la innovación como un fin en sí mismo, en lugar de verla como una herramienta al servicio de un modelo de negocio sólido. La innovación debería ser el medio para alcanzar un objetivo, no el objetivo en sí mismo.