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Por May Hoyer
Tiempo de lectura: 3 minutos.
A lo largo de los años en los que he acompañado a distintos líderes en el desarrollo de herramientas para gestionar de forma efectiva a sus equipos de trabajo, hay un factor común que es clave para poder mejorar competencias que les permitan alcanzar los resultados que se plantean: la inteligencia emocional.

Fuente: Canva
Y es que, cuando lideras a un equipo de trabajo, estás liderando a personas. Las personas tienen diferentes formas de gestionar sus emociones, y la manera en la que gestionan sus emociones, tiene un impacto en la forma en la que responden frente a los requerimientos del día a día. Esta forma de responder impacta en su desempeño, y el desempeño, incrementa o reduce la productividad del equipo.
Si quieres incrementar la productividad de tu equipo, tienes que aprender a captar las emociones de tus colaboradores y conducirlas hacia un resultado positivo.
En un entorno VUCA como el que vivimos actualmente, un líder que es capaz de inspirar a sus colaboradores podrá fomentar mayor cooperación, compromiso y motivación; aspectos claves para sobrellevar los cambios y complejidades del entorno, generando mejores resultados.
Te preguntarás: ¿Cómo puedo hacer esto y por dónde debo empezar? Hoy compartiré contigo los principales componentes que debes tener en cuenta para ser un líder emocionalmente inteligente…

Fuente: Canva
En primer lugar, te invito a preguntarte cuán consciente eres de tus fortalezas, oportunidades de mejora, motivaciones y emociones. Esto te permitirá comprender hacia dónde te diriges y cómo piensas lograrlo. Si identificas y comprendes tus emociones, conoces cómo afectan tu desempeño en el trabajo y cómo influyen en la forma en la que lideras a tu equipo.
A partir de este conocimiento y comprensión, podrás regular tus emociones y expresarlas adecuadamente, especialmente cuando las cosas no salen como esperas. Si eres capaz de autorregularte, escogerás bien las palabras a utilizar en una retroalimentación, evitando juicios y reacciones impulsivas que pudieran impactar en el estado de ánimo de tu equipo, y, por ende, en su rendimiento.
Otra dimensión que cobra mucha importancia en la gestión de un líder es la capacidad de ser empático. Considera los diferentes puntos de vista y sentimientos entre los colaboradores de tu equipo, para poder involucrarlos en la toma de decisiones y cómo las comunicas. Para esto, es importante que conozcas qué motiva a cada uno de sus integrantes.

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El último componente de la inteligencia emocional está orientado al manejo de las relaciones. Una vez que eres consciente de tus emociones, que aprendes a regularlas y a considerar las de los demás, entonces, podrás establecer relaciones adecuadas con tu equipo.
Esto te permitirá dirigirlo en la dirección que deseas, gestionando adecuadamente los conflictos que pudieran presentarse en el camino.
Si deseas producir mejores resultados y lograrlo con un equipo cohesionado, que esté preparado para sobrellevar momentos de incertidumbre y cambios, considera la importancia de desarrollar estos aspectos, que te permitirán crear eco en tus colaboradores, inspirándolos en su crecimiento y desarrollo no solo profesional sino también personal.

Mayrelis Hoyer es psicóloga y Coach, apasionada por trabajar con y por las personas, a favor de su bienestar integral. Tiene experiencia en la consultoría individual y grupal, particular y corporativa; brindando asesoría y acompañamiento para potenciar competencias individuales, familiares y organizacionales.