Resumen.Elon Musk y Sam Altman compiten en la industria de la IA. Musk impulsa xAI, valorada en US$50 mil millones, para desafiar el dominio de OpenAI y su ChatGPT, mientras OpenAI, respaldada por Microsoft, mantiene el 70% del mercado. La rivalidad mezcla innovación y disputas legales, marcando tensiones en el sector.
La rivalidad intensa y, a menudo, trivial ha impulsado grandes cambios tecnológicos a lo largo de la historia. En el siglo XIX, Thomas Edison desacreditó a Nikola Tesla electrocutando animales callejeros. Décadas después, Steve Jobs y Bill Gates se enfrentaron en una feroz competencia entre Apple y Microsoft. Hoy, en el mundo de la inteligencia artificial, Elon Musk y Sam Altman protagonizan una batalla igual de fascinante. Musk fundó xAI para competir con OpenAI, dirigida por Altman y creadora de ChatGPT. Aunque OpenAI está valorada en US$157 mil millones, xAI ya alcanza los US$50 mil millones, respaldada por el supercomputador más grande del mundo y datos de Tesla y X. Con su modelo Grok, Musk busca liderar la carrera, donde el tiempo y la innovación marcan la diferencia.
NEWS: Walter Isaacson comments on @xAI versus OpenAI and Elon Musk's mission.
“The script will get flipped next week on October 10th when Elon introduces Robotaxi and things that operate in the real world.”
Comparada con OpenAI, xAI sigue siendo una aspirante. La alianza de OpenAI con Microsoft le da acceso a una infraestructura que ni el hombre más rico del mundo puede igualar: se espera que los gastos de capital de Microsoft, en GPUs y centros de datos, superen los US$150 mil millones entre 2024 y 2025. Esto, junto con su participación directa e indirecta en el mercado, asegura a OpenAI un 70% del sector de modelos de lenguaje.
El riesgo es que Musk transforme una competencia corporativa saludable en una batalla sucia. A principios de noviembre, presentó una tercera versión de su demanda contra OpenAI y, por primera vez, incluyó a Microsoft como acusado. Musk alega que Altman y sus aliados traicionaron la misión sin fines de lucro de OpenAI para enriquecerse, mientras que OpenAI lo niega. La demanda también acusa a Microsoft y OpenAI de limitar la inversión en empresas rivales y de formar una fusión encubierta.